El Oráculo de Delfos fue un recinto sagrado dedicado para Apolo.
Pitón era una serpiente que vivia en la cueva de Delfos. Apolo se queria apoderar del Oráculo y de la inteligencia de Pitón, entonces mató a la serpiente. Los restos de Pitón los metió en un sarcófago e hizo unos juegos fúnebres llamados Juegos Píticos.
De la serpiente Pitón surgió el nombre de la Pitia o Pitonisa, que era la persona que adivinaba el futuro.
La pitonisa recibía a los consultantes sentada sobre un trípode de madera de laurel. Un trípode que sus patas simbolizaban el pasado, presente y futuro y su significado hermético era muy profundo: "Sin aceptar el pasado, sin conocer el presente, ningún futuro puede construirse".
La historia del Oráculo de Delfos, cuenta que el grado de acierto de las predicciones de las Pitonisas del templo era muy alto, incluso cuando éstas se equivocaban, se atribuía el error a la interpretación de lo dicho y no a la predicción. Este misterio, ha suscitado diversos estudios e investigaciones a lo largo del tiempo para averiguar las razones de semejante certeza
